💌Hola, queridísime lectorx,
espero que hayas recibido la estación otoñal con muchas ganas y que hayas disfrutado de su fresquito intermitente. Yo lo disfruté, pues aproveché para ver a mis personas queridas y, también, para celebrar los cumpleaños de las libras que me rodean -y el mío!-. También revelé el carrete de mi cámara que usaba desde el verano. Me gusta esa sensación de esperar tanto que ya ni recuerdo qué fotos guarda hasta que la luz no las escribe. Aquí tenéis una foto que hice a Sandra en Galicia y que me parece preciosa <3
El día de mi cumpleaños asistí a la exposición de fotografía analógica que comisarió La Terrissa (o Anna, mejor dicho, que es la mejor) y tuve la suerte de escribir un texto reflexionando sobre ello. Lo analógico, lo digital y el hecho de fotografiar elementos de nuestra vida cotidiana. De mirar, de nuevo, todo lo que siempre tenemos cerquita y a lo que nuestros ojos están acostumbrados.
Desde pequeña, cuando hacía fotos, intentaba que la cámara captara, no tanto un referente, sino mi manera de mirarlo. Casi nunca lo conseguí. Me gusta pensar la fotografía, no como una prueba de lo real —aunque un poquito sí, ya lo dijo Roland Barthes— sino, también, como una manera de deformarlo, representarlo, crearlo. Susan Sontag decía que toda fotografía es un acto de poder ante el objeto fotografiado, pues convertimos el referente en objeto, lo inmortalizamos. Y sí, lo convertimos en fotografía, lo transformamos, elegimos cómo mirarlo, qué queda fuera de campo, desde qué distancia le miramos, en qué color o si decidimos transformarlo. Incluso Barthes constató que, cuando era fotografiado, tenía la sensación de que la cámara creaba su cuerpo o lo mortificaba. La cámara podía transformar al referente.
El patio de la yaya
Me pregunté hacia donde iban las miradas que no se fijaban en nada
Cristina Peri Rossi
Era verano, hacía un calor sofocante, pero estaba de vacaciones y muy contenta, porque recibí un paquetito que viajaba desde Canarias, en concreto, desde Tenerife: era el fanzine fotográfico “Cuando vienes a comer?” de Joel Peláez @neoguanche. Un fotolibro sobre visitar la casa de sus abuelos. Él lo define así: “encuentros esporádicos entre una generación precaria y una en proceso de desenlace”. Y es que, desde el inicio, las fotografías transmiten esa sensación, como si capturaran el piso de los abuelos de Joel sabiendo que, pronto, se transformará, cambiará y no estará ahí, de la misma manera, para que lo miremos.
A su vez, Joel incluye capturas de pantalla de trámites burocráticos que definen mucha de la juventud precaria de hoy en día. Solicitudes de becas, la inscripción como demandante de empleo y un largo etcétera de trámites que entorpecen nuestro día a día y nos quitan, poco a poco, la esperanza de tener un futuro mejor.
Si os soy sincera, cuando vi, leí y escuché —también incluye grabaciones de audio, con qr— el fotolibro de Joel, pensé inmediatamente en casa de mi yaya Petra y en las pocas fotografías que tengo de ese lugar, en el que crecí. En la ausencia de fotografías que captaran la forma que le dio mi abuela a ese lugar y en lo poco fiable que es mi memoria.
2018. Mis dedos se deslizaban arriba y abajo. Lo que ahora diríamos “scroll”. De pronto, me topé con una foto que me sorprendió. Era el patio de casa de mi yaya Petra. Vivía en un bajo, el patio, que era interior, siempre, siempre, siempre apestaba a cloaca. Y estaba llenito de cosas. Muchos cachivaches inútiles que mi abuela guardaba con todo el cariño del mundo, porque las pobres también pueden tener muchísimas cosas. Me sorprendió que mi hermana hubiera decidido que era fotografiable y sentí que apreciaba ese lugar por primera vez. Y ahora, cuando miro esa imagen, puedo recordarlo. Y pienso en Jana Leo, que escribió: “Las fotografías son importantes por lo que no está”.
Lo que no está
Otro fanzinito que llegó a mí en verano, “En la playa” de la mejorcísima: Alba G. Mora, a quien llamo espigadora urbana, creo que hay lugares, cositas de LH que no existen hasta que ella los mira. Su fanzine es un recopilatorio de fotografías de gente que parece disfrutar de unas vacaciones feliz, a veces en la playa, en un río, volando en avión hacia algún lugar o en lo que seguramente es un parque. Ninguna de estas fotografías es de Alba ni de su familia. La presencia de estas imágenes vacacionales ajenas remarcan lo que no está: imágenes de las vacaciones de Alba, o de su madre, o de su abuela. Así concluye el fanzine: vemos a su abuela en sus primeras vacaciones. Y las de su madre, hace un año, también.
Tal vez, cuando abrimos las cajas llenas de fotos de nuestro archivo familiar, las que más narran nuestra vida son aquellas que no están, que no se hicieron nunca.


Mi amiga Annuchi
Le pedí a Anna que me contara sobre la fotografía, ella que hace unas fotos maravillosas, que me hablara como fotógrafa… y recibí esta respuesta tan linda que ahora os regalo <3
Gracias Annuchi, por todo, y a mis amigues por estar ahí, acompañarme este mesecito, escucharme y darme los mejores consejos. Me hacéis feliz. A mi familia escogida, que os quiero muchito. A Alba G. Mora y a Joel Peláez, por vuestras manos maravilla. Y a vosotres, siempre, por leer esta humilde newsletter cada mes… ¡GRACIAS!
Gracias, de verdad, miles de gracias, por leer y estar aquí, virtualmente, conmigo: Alba, Lorena, Alice, Alba, Laura, Natalia, Álex, Carla, Sara, Sergio, Patricia, Anabel, Andrea, Nai, Fernando, Héctor, Clar, Marc, Fernando, Paula, Isabel, Nuri, Nicoll, Anna, Milena, Maria, Anna, Lala, Tanit, Cris, Sandra, Irene, Daniel, Ari, Vinyet, Laura, Ana, Carmen, Graciela, Marta, Júlia, Martina, Oumayma, Sofía, Eva, Jan, Aitana, Yoli, Àngels, Valentina, Ferran, Mónica, Camil·la, Montse, Nis, Brenda, Paula, Miriam, Júlia, Alba, Narjis, Juls, Ruuby, Fresi, Felipe, Alba, Sandra, Nagore, Andrea, Helena, Joaquina, Jowy, Mireia, Laura, Marina, Enric, Alba, Lau, Cris, Maria, Eli, Ignasi, Paula, Bernat, Flor, Isa, Olaya, Antonio, Micaela, Brigitte, Liv, Mar Arnau, Anna, Maria, Miguel, Rosa María, Helena, Raisa, Daniel, Ainoa, Irene, Teresa, Suiry, Natalia, Júlia, Sara, Marina, Julia, Don Mendo, Alexandra, Stephany, Paula, Belén, Luisa, Julia, Joel, Mariana, Leandro, Alba, Joel, Nayara, Júlia, Nazaret, Sofía, Cristina, Judith, Drew, Nari, Júlia, Helena, Natis, Vicky, Eneko, Desireé, Flor, Andrea, Helena, Lydia, Laia, Laura, Isabel, Irene, Sofía, Elisenda, Yesi, Lluna, Luis, Felipe, Esther, Mónica, Anna, Sonia, Paco, Andreu, Daniel, Mila, Cristina, Javi, Vero, Sara, Marina, Lívia, Carles, Claudia, Julia, Marta, Marcel, Linda, Nerea, Yesi, Guiu, Lidia, Abril, Lorién, Beatriz, Mar, Azahara y Marta.
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Disfrutad de la castanyada... abrazos gigantescos <3
Gracias por la confianza, y… ¡viva la literatura que hacemos nuestra mediante la lectura, la escucha, acompañades, en solitud o en comunidad! 💗
Muy bueno el texto y muy buenas las fotos del patio, aun recuerdo el olor