🫧 Hola, queridísime lectorx 🫧
Gracias por seguir aquí. ¿Cómo estás? Yo rescatando tiempo, evitando ser atropellada por éste, buscando minutillos descansados para volver aquí, al portátil, sin que me sepa a trabajo, y disfrutar de escribir esta cartita, que te escribo después de tropecientos años desde la última vez. Perdóname y gracias.
Han pasado demasiadas cosas desde la última vez que os escribí. Se publicó tiquinho (mijina) en Brasil. ¡Brasil! Hay gente que me lee en Brasil. ¿Lol? Sí, lol. No sé. Hice picnic con mis amigas, me marché a la playa a descansar con gentecilla con un resfriado increíble, fui a ver en directo a Ralphie Choo, a Rusowsky, a Baiuca con mi querida Sandra, seguimos trabajando en Mijina Ediciones, fuimos al GrapayTinta y no sé, seguimos con mil cosas, como siempre <3 Ah, y he estado bastante triste.



El amor es eso
Pero yo ya no soy yo
ni mi casa es ya mi casa
Federico García Lorca
La introducción que acabas de leer la escribí hace unas semanas. Antes de estar triste. Aquí va lo nuevo.
Leí una newsletter que escribió Paula Melchor sobre sus sitios feos favoritos. Quise animarme a escribir la mía, pero pensé que no tengo apego a casi ningún lugar, sino, más bien, a las personas que los habitan y hacen que yo sea yo y que mi casa sea mi casa.
Estas semanas no han sido las mejores, la verdad. Un día, hablando con Lorena sobre la tristeza amontonada, me escribió, con sus palabras siempre certeras: “que la pena vaya menguando con el amorcito cotidiano”. Sin ella saberlo, me trajo de nuevo a Paula Melchor y sus sitios favoritos, y los míos, porque sí que los tengo, o los tenía. Lugares-casa. Mi cotidianidad me salvaba, ahí parecía que nada había cambiado. Estaba triste, pero la luz me saludaba cada tarde en el salón, las plantas permanecían, pese al frío y al viento, seguían aquí. A veces, cuando todo se vuelve convulso, solo necesitas que lo que amas permanezca. Que algo siga aquí.
Para mí el amor es cotidiano, ya lo dice Lorena, y es elástico y cambiante como un chicle. Va más allá de dos, porque no suma, sino que transforma. El amor, pensé, debía de ser un día de invierno, paseando por la calle, de noche, con las manos congeladas, con las manos en los bolsillos y, de repente, otra mano, ahí, tocando la tuya, sin miedo a encontrarse un bolsillo lleno de kleenex, tickets antiguos, papel de liar o envoltorio de caramelos. Una mano que busca la tuya para que no pases frío. Eso debe de ser el amor.
A los dos días de recibir el mensaje de Lorena, mi casa cambió de lugar. Ahora no sé dónde guardar la mayoría de mis cosas. Abro cajones sin saber qué hay dentro. Mis libros no caben en ningún lado. Tengo en el salón cinco totebags sin vaciar. Mis plantas están acostumbrándose, también, a esta nueva realidad. Sí que tenían sitio favorito, como yo, me digo.
El amor es eso, pienso. Dejar que Aitana, Lala y Jowy abran absolutamente todos mis cajones y recojan mis trastos. Como si me miraran por dentro, muchísimo más vulnerable que unos simples bolsillos con kleenex. Sí, el amor debe de ser eso. Lala repitidiéndome en qué tote metía qué, para que no me agobiara, después, al no encontrar nada. Yo insistiendo a Aitana y a Lala para hacer un viaje más y llevarnos todas las plantas, todas, porque quería seguir cuidándolas, no abandonaría a ninguna. El amor debe de ser los Bon dia cari com estàs avui? que me escribe Irene cada mañana. El paseo con Sergio y Aitana por Bellvitge. La presencia de Sandra aquellos días y las palabras de su madre. Que vengan a Hospi Nicoll y Eli. Que me digan “no te dejaríamos hundirte entre todas aunque quisieses”. Los mensajes de mis compis de trabajo animándome. Despertarme un viernes leyendo una carta preciosa de mi amiga Vinyet. Que me pregunten por mi madre. Eso es el amor, saber estar cuando esa persona que amas te necesita. Ver más allá de ti y permanecer, acompañar, esperar, cuidar. Valorar el camino que te trajo hasta aquí. Eso es el amor. Esos caminos.
Debo de tener un conocimiento premium y agradezco a la vida por saber todo lo que sé. Os lo agradezco a vosotras, también. Por cuidar y sostener este chicle estirao y apretujao que es el amor y este ser sensible que soy yo. Gracias, amigas, por alumbrarme los caminos. Sois mi casa y mi sitio favorito. Como me dijo una vez Sandra, parafraseando a Pessoa, vuestra presencia aligera la pesadumbre del vivir. Y a vosotres, por leerme, gracias por permanecer, en esta cotidianidad virtual nuestra, gracias.
Gracias, de verdad, miles de gracias, por leer y estar aquí, virtualmente, conmigo: Alba, Lorena, Alice, Alba, Laura, Natalia, Álex, Carla, Sara, Sergio, Patricia, Anabel, Andrea, Nai, Fernando, Héctor, Clar, Marc, Fernando, Paula, Isabel, Nuri, Nicoll, Anna, Milena, Maria, Anna, Lala, Tanit, Cris, Sandra, Irene, Daniel, Ari, Vinyet, Laura, Ana, Carmen, Graciela, Marta, Júlia, Martina, Oumayma, Sofía, Eva, Jan, Aitana, Yoli, Àngels, Valentina, Ferran, Mónica, Camil·la, Montse, Nis, Brenda, Paula, Miriam, Júlia, Alba, Narjis, Juls, Ruuby, Fresi, Felipe, Alba, Sandra, Nagore, Andrea, Helena, Joaquina, Jowy, Mireia, Laura, Marina, Enric, Alba, Lau, Cris, Maria, Eli, Ignasi, Paula, Bernat, Flor, Isa, Olaya, Antonio, Micaela, Brigitte, Liv, Mar Arnau, Anna, Maria, Miguel, Rosa María, Helena, Raisa, Daniel, Ainoa, Irene, Teresa, Suiry, Natalia, Júlia, Sara, Marina, Julia, Don Mendo, Alexandra, Stephany, Paula, Belén, Luisa, Julia, Joel, Mariana, Leandro, Alba, Joel, Nayara, Júlia, Nazaret, Sofía, Cristina, Judith, Drew, Nari, Júlia, Helena, Natis, Vicky, Eneko, Desireé, Flor, Andrea, Helena, Lydia, Laia, Laura, Isabel, Irene, Sofía, Elisenda, Yesi, Lluna, Luis, Felipe, Esther, Mónica, Anna, Sonia, Paco, Andreu, Daniel, Mila, Cristina, Javi, Vero, Sara, Marina, Lívia, Carles, Claudia, Julia, Marta, Marcel, Linda, Nerea, Yesi, Guiu, Lidia, Abril, Lorién, Beatriz, Mar, Azahara, Marta, Esther, Igone, Gabriela, Paula, Olympia, Sílvia, Laura, Mónica, Beatriz, Silvia, Verónica, Isa, Patricia, Beatriz, Lara, Rebeca, Ander, Jessiga, Lídia, Jazz, Xose, Raquel, Euge, Inés, Marlen, Celia, Andina, Jairo, Ktalink, Paula, Patricia, Escu, Sebosin, Ana, Cecilia, Blackdesko, Laura, Patricia, Cloudraw, Pilar, María, S.García, Sebastian, Mayte, David, Anna, Paula, Club de Lectura y Merienda, Javiera, Laura, Yuri, Ana, Remys, Charlotte y Andrea.
Si no ha aparecido tu nombre en la lista anterior y te apetece leerte por aquí, házmelo saber. Tal vez tu dirección de correo electrónico no me permite adivinar cómo te llamas. O, también, escríbeme si prefieres que te nombre de otra manera <3
Os deseo que paséis este final de diciembre de la mejor manera posible, que os acompañe vuestra gentecilla querida y a mirarse pa’ dentro, que hace frío y el solsticio de invierno ya está aquí. Que el 2025 venga cargadito de buenas energías para este nuevo porvenir <3 Y que vuestra gente esté sana y bien y, si no es así, os abrazo y os mando toda la fuerza del mundo. Un besazo enorme.